Y hasta la caída del sol; cada hora tiñe el río y el resto del día de espectaculares imágenes.
Pasando por las horas centrales del día:
Desde el amanecer que aún no ha teñido de azul el cielo:
De vuelta en el barco seguimos río abajo rumbo a Luxor.
A cualquier hora del día queda patente que el Nilo con sus negras aguas es el padre de la actividad pesquera que ofrece sustento a las familias que pueblan sus márgenes.
lunes, 2 de noviembre de 2009
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