lunes, 2 de noviembre de 2009

Y hasta la caída del sol; cada hora tiñe el río y el resto del día de espectaculares imágenes.






Pasando por las horas centrales del día:




Desde el amanecer que aún no ha teñido de azul el cielo:




De vuelta en el barco seguimos río abajo rumbo a Luxor.

A cualquier hora del día queda patente que el Nilo con sus negras aguas es el padre de la actividad pesquera que ofrece sustento a las familias que pueblan sus márgenes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario