domingo, 22 de noviembre de 2009

Y con una imagen de tan simpáticos (aunque malhumorados "bichos") termino con este viajecito por las tierras de los faraones.





Las siguientes imágenes para vivir bien, serán más "fresquitas"...
Ni que decir tiene que la fauna local, con sus propietarios en busca de todo tipo de ventas para poder subsistir, era omnipresente...

viernes, 20 de noviembre de 2009

Originariamente, las tres pirámides tenían por toda su superficie un recubrimiento exterior de rocas cortadas para dar el aspecto de superficie totalmente lisa al edificio.

Hoy en día, parte de esas rocas pueden verse desprendidas a los pies de las tres pirámides y sólo se mantienen en su posición en la cúspide de la pirámide de Kefrén.



Entre las pirámides de Keops y la de Kefrén hay varias curiosidades. La mencionada con mayor frecuencia es la relativa al tamaño. ¿Importa? Pues la verdad es que no, las dos son grandes y cada una tiene su mérito (pero la de Keops es más grande).

La de Kefrén parece más alta puesto que se levanta sobre una superficie de la llanura de Giza que está mayor nivel que la que sirve de base a la de Keops.

En cualquier caso, ¡ambas rondan los 140 metros de alto y 230 de lado!

De lo que no puede hacer gala la pirámide de Keops es de tener el mayor número de bloques. Y ¿por qué? ¿No es más grande? Pues sí, pero parte de su núcleo aprovecha un montículo que ya existía en la llanura de Giza. Así es que sólo tiene algo más de un millón de bloques...

¿Y la de Kefrén? Pues tendrá más, pero si no nos importaba el tamaño, no nos van a preocupar los bloques de piedra que tiene.
Con cerca de 140 metros de altura, la pirámide de Keops es la más alta de las tres, y sólo cuando se está allí o se consigue apreciar de forma relativa la altura de una persona con la de uno de los bloques de la base se puede tomar conciencia de lo megalítico de la construcción.


Y está claro que ningún viaje por Egipto está completo sin una visita a las pirámides de Giza.

Estas colosales construcciones están consideradas con todo merecimiento maravillas del mundo antiguo, por su tamaño y por las enigmáticas técnicas que a buen seguro se tuvieron que emplear en su construcción.

Erigidas por los faraones Jufu, Jafra y Menkaura, o Keops, Kefrén y Micerinos (como decimos aquí) dominan la llanura de Giza y entre ellas puede distinguirse entre la bruma, la silueta grisácea de la monstruosa ciudad.


El interior de la gran mezquita está alfombrado de rojo casi por completo, y como en cualquier mezquita, te reciben a la entrada una legión de zapatos de toda clase.

Es habitual encontrar multitud de personas que contemplan los cientos de lámparas suspendidas mientras atienden sentadas en el suelo a las explicaciones de los guías.

El patio de la mezquita es muy sobrio, amplio, y está porticado.

Únicamente aloja una artística construcción en la que contener las fuentes que purificaban a los visitantes antes de entrar al interior de la mezquita.



Y para terminar con este viaje por Egipto pues lo mejor es hacerlo con lo más característico de una capital del mundo árabe.

Como no podía ser de otro modo, El Cairo está plagado de mezquitas, y son varias las que puede decirse que son interesantes de ver. Pero quizás una de las más llamativas en todos los aspectos es la de Muhamad Ali o mezquita de alabastro. Evidentemente no está hecha de ladrillo...



La mandó construir este gobernante de origen albanés, por un arquitecto griego y a semejanza de la más famosa mezquita turca. Tiene gracia la cosa...

El caso es que es uno de los edificios que se encuentra dentro del elevado recinto amurallado de la Ciudadela de Saladino, y que puede verse (o mejor dicho intuirse) desde muchos puntos de la ciudad de El cairo.

jueves, 12 de noviembre de 2009

El tráfico, siempre el tráfico.
Es algo que no dejaba de sorprender a todos los visitantes.

Una urbe dénsamente poblada y "acosada" por vehículos de todo tamaño, categoría, estado y tracción, que se desenvolvían rítmicamente entre ellos evitando el más mínimo roce.

Recordemos que en El Cairo no es obligatorio tener asegurado un vehículo para circular con él, y que por lo tanto todo el mundo debe estar en disposición de hacer frente a los daños que pueda ocasionar.
Es la mejor de las disciplinas, o al menos a los cairotas parece funcionarles.

Echemos un vistazo a esta instantánea apreciando los detalles de la calle que se extiende hacia Giza, y los que se ven por los espejos...

Tras haber visto templos en Luxor nos trasladamos, milagrosamente, en avión hasta القاهرة o Al-Qähira.

El choque cultural para un occidental es grande; pese a llevar ya una semana por el país, no dejan de sorprender todos los hábitos de la población, y los estándares (y niveles) de vida.

Por ejemplo, la diferencia entre un autobús "occidental" y uno local cerca de la "Ciudad de los muertos"



lunes, 2 de noviembre de 2009

Ese granito rojo, convenientemente moldeado con el que se podían construir patios de columnas entre las que adorar a los dioses.



Y finalmente, tras varios días descendiendo por el río, llegamos Luxor, dónde podemos ver innumerables muestras de granito rojo:

Y hasta la caída del sol; cada hora tiñe el río y el resto del día de espectaculares imágenes.






Pasando por las horas centrales del día:




Desde el amanecer que aún no ha teñido de azul el cielo:




De vuelta en el barco seguimos río abajo rumbo a Luxor.

A cualquier hora del día queda patente que el Nilo con sus negras aguas es el padre de la actividad pesquera que ofrece sustento a las familias que pueblan sus márgenes.
Bueno pues vamos a darle un empujón a esto.
Continuamos viajando por el Nilo y llegamos al Valle de los Reyes en el que cuadrillas de incansables obreros locales se afanan por escudriñar entre las moles de piedra intentando desentrañar la "chispa de la vida"...







Bueno pues vamos a darle un empujón a esto.
Continuamos viajando por el Nilo y llegamos al Valle de los Reyes en el que cuadrillas de incansables obreros locales se afanan por escudriñar entre las moles de piedra intentando desentrañar la "chispa de la vida"...