Pese a lo bonita que era la madera en su estado de conservación actual, parece ser que lo habitual siempre y cuando hubiera dinero para hacerlo, era decorar los galeones con pinturas (bastante "cromo" por cierto) para impresionar y atemorizar al enemigo.
Esta imagen recrea en una pequeña parte del barco el aspecto que pudo tener el Vasa.

Por suerte los cánones de belleza han cambiado y ahora podemos admirar el barco "sin maquillaje" alguno.
Haber si cambiamos la foto, que como siga mucho tiempo la vas ha tener que volver a dar otra capita de pintura.
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